La Administración Pública no ha cesado de crear puestos en los últimos años a tal punto que se convirtió en el principal generador de trabajo en 2013, representando casi un 50% del mercado, ante la caída de nuevos empleos en el sector privado. Sin embargo, la ralentización en la actividad económica actual podría traer como consecuencia una plaza laboral marcada por el aumento del desempleo, y el sector público aparecería como el “gran salvador”. En ese escenario, el Estado deberá hacer frente a subas sostenidas y simultáneas de salarios y de cantidad de empleados.
Así lo planteó el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) en un informe, en el que también advirtió que “la creciente restricción fiscal y las tensiones cambiarias que el déficit fiscal acrecienta -dada la financiación monetaria del mismo- ponen en jaque la sostenibilidad de esa estrategia para crear empleo”.
El trabajo expresó que el mercado laboral nacional dio señales de fragilidad, por lo que se encendieron luces amarillas. Es que a partir de 2007, la creación de trabajo se concentró en el sector público: los puestos estatales crecieron a una tasa sensiblemente mayor a la de las empresas.
Ese comportamiento dejó atrás el periodo “de oro” de la actual administración. Según detalló el informe, entre 2003 y 2006, se observaron mejoras sostenidas en la plaza nacional, “impulsadas por una fuerte caída del costo laboral en dólares y por la existencia de una amplia capacidad ociosa en la estructura productiva, que permitió contrataciones por parte del sector privado sin necesidad de grandes inversiones”.
Pero en los últimos trimestres, el Estado ha realizado un esfuerzo relativo mayor al de los otros sectores. Por ejemplo, en 2011, los principales impulsores del empleo registrado fueron el sector público (en promedio, 82.000 empleos trimestralmente); comercio (52.000); las actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (46.000); servicios sociales, enseñanza y salud (41.000); construcción (40.000) e industria manufacturera (39.000). En 2012, la creación de empleo fue más modesta, destacándose nuevamente la administración pública (en promedio, unos 69.000 trimestralmente); los servicios sociales, enseñanza y salud (32.000); el comercio (17.000), y el transporte (11.000). En 2013, el sector público lideró ampliamente la creación de puestos: promedió los 42.000 puestos de trabajo para los trimestres que hay información disponible. Ese año representó casi un 50% y los gobiernos provinciales han sido los que han potenciado al sector.
Iaraf evaluó que el Estado “actúa de una manera contra cíclica en términos de creación de empleo, participando más activamente en el mercado laboral cuando la creación del sector privado decae”.